En el último año, los precios aumentaron más del 40%. El costo del metro cuadrado ya supera los $ 100 mil, según el Colegio de Arquitectos.
El constante incremento en el precio de los materiales de construcción está impactando de manera directa en los planes de obra que tienen aquellas familias que están edificando sus viviendas.
En la inmensa mayoría de los casos, este encarecimiento de los costos obliga a los arquitectos a rever los presupuestos casi mensualmente, y a planificar las obras en etapas cada vez más cortas.
Según el último informe de costos del Colegio de Arquitectos de la Provincia de Córdoba, el costo promedio del metro cuadrado de construcción –tomando como referencia una vivienda unifamiliar de 130 metros cuadrados en la Capital– llegó a mediados de marzo a 100.593 pesos (sin cargas sociales e impuestos).
Así, edificar una casa de esas dimensiones demanda un presupuesto de 12,5 millones. Y ello, sin considerar el costo del terreno sobre el que se construirá la vivienda.
Entre las subas más importantes en el último año se cuentan el hormigón elaborado (utilizado para el llenado de columnas y losas), el hierro, los artefactos sanitarios, las griferías y las aberturas.
Según el último dato disponible (febrero) de la Dirección de Estadísticas y Censos de la Provincia, en el último año el precio de los materiales de construcción subió más del 42 por ciento en Córdoba.
“La mano de obra también se incrementó, pero en un nivel inferior al de los materiales e insumos, que son los que explican fundamentalmente la suba del metro cuadrado de construcción”, diferenció Soledad Salgado, una de las arquitectas coordinadoras del Instituto de Estadísticas y Costos del Colegios de Arquitectos.
Desde la Cámara de Ferreterías y Corralones, su presidente, Jorge Nieto, recordó que su sector no es formador de precios, aunque reconoció que desde las fábricas siguen llegando listas nuevas todos los meses.
“Los materiales gruesos no han aumentado demasiado en los últimos meses. En cambio, sí hubo subas importantes en los insumos importados. Hay que esperar para ver si los problemas que hay ahora con los combustibles o el gas natural, impactan más sobre los precios del sector”, explicó.
Este encarecimiento tan acelerado de los costos de construcción –muy superior al ajuste que vienen teniendo los salarios–, está obligando a familias y arquitectos a recalcular de manera constante los presupuestos de las obras.
“Los presupuestos iniciales siempre se quedan cortos, y el dinero del que disponen los clientes muchas veces es insuficiente”, sostuvo Verónica Bariña, también coordinadora del Instituto de Estadísticas y Costos del Colegio. “Es necesario rever las estimaciones de costos prácticamente todos los meses”, sumó la profesional.
Por lo general, una obra promedio de una casa tipo de entre 90 y 120 metros cuadrados suele demandar entre ocho y nueve meses de trabajo. En ese lapso, y con una inflación desbocada como la que registra nuestro país, los primeros presupuestos quedan absolutamente desactualizados.
“En nuestra experiencia personal, lo que tratamos de hacer es planificar las obras en varias etapas, cada vez más cortas, para que los clientes tengan una referencia del dinero que van a necesitar en el tiempo que sigue”, dijo Salgado. “Así, en cada comienzo de etapa, se recalculan los costos”, agregó.
La profesional también sugirió comprar los materiales lo antes posible, y acopiarlos hasta el momento de su utilización. Para ello, se puede disponer de un espacio específico en la obra, o apelar a los mismos corralones, ya que suelen ofrecer el servicio de acopio hasta por seis meses.
“De esa manera, se puede congelar el precio y no quedar atados a las variaciones de costos que se suceden mes a mes”, explicó Bariña.
Hoy, aunque con recargo de intereses, los corralones suelen recibir pagos con tarjetas de crédito en 12, 18 y hasta 24 cuotas.
“Hay gente que acopia materiales como una forma ahorro, y larga la obra cuando tiene buena parte de lo que necesita ya comprado. Es muy difícil ir comprando a medida que avanza la obra”, sumó Nieto.
También es común que muchas familias dejen las terminaciones para más adelante, y ocupen las viviendas cuando ya tienen un mínimo de funcionalidad.
Los cielorrasos de durlock, los placares, las luminarias y la pintura exterior suelen ser las terminaciones que a veces quedan sin completar por falta de dinero. También los pisos o la colocación de cerámicos.
“El final de la obra es muchas veces lo más caro, porque son los detalles que le gustan al cliente. Y entonces es preferible dejar esas terminaciones para más adelante, para cuando se pueda reunir el dinero necesario”, dijo Salgado.
Precios de fines de febrero 2022
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