La sabrosa historia del Barros Luco, el tradicional sándwich que inspiró un presidente chileno (y cómo prepararlo) | Icarito

2022-09-17 02:06:34 By : Mr. david wang

En el día del más tradicional de los pancitos caseros revisamos su historia republicana y una deliciosa manera de cocinarlo en casa.

¿Puede un sándwich recordarte que estás vivo? Yo opino que sí. Se llama Barros Lucho y es lo que entiendo por belleza. Oh, carne de vacuno a la plancha reposando jugosa sobre una cama de marraqueta crujiente con una sábana de queso chanco derretido encima, en un baile de lo graso y lo magro nadando en un toque de ají chileno, perfecto para el invierno.

Se sabe: la sanguchería chilena es la vedette de las fuentes de soda. Y justo un día como hoy se celebra el origen del famoso Barros Luco, sándwich creado por un presidente de Chile. Se trata de Ramón Barros Luco, quien gobernó el país entre 1910 y 1915. Es decir, durante varios años de bonanza gracias a la industria del salitre y a los enormes avances tecnológicos que aquello implicó, al menos hasta el estallido de la Primera Guerra Mundial.

Los historiadores describen a Barros Luco como un hombre sin vanidad, que vestía y actuaba con sencillez, bajo el lema: “La política es el arte de lo posible”. A pesar de la fortuna que había amasado como diplomático y ministro, viajaba en tren y tranvía como cualquier ciudadano de a pie y solía sentarse junto con su mujer en cualquier banco de la calle.

Ramón Barros Luco también es conocido por el famoso sándwich de carne y queso que inspiró, el Barros Luco. Las historias varían, pero la más popular y aceptada cuenta que el ex Presidente almorzaba frecuentemente en la cafetería Torres de Santiago, donde se relamía los bigotes con el queso chanco del sambolito.

Hace una centuria, Barros Luco pedía una preparación aparentemente simple con una marraqueta tostada, acompañada de carne de vaca y queso caliente.

La preparación fue agarrando fuerza y sus adherentes y simpatizantes comenzaron a pedirla. Y cómo no, el boca a boca hizo lo suyo y los restoranes y fuentes de soda comenzaron a ofrecerla bajo el nombre del exmandatario.

Así fue como nació el famosísimo Barros Luco.

Para un Barros Luco perfecto, el chef Marcelo Mellado recomienda en su libro Hecho en Chile tostar el pan de molde y luego rellenarlo de churrasco y queso fundido. Así de simple.

Pero vamos por parte, como diría Jack el destripador. Para preparar el churrasco (receta para 4 comensales), necesitamos 800 gramos de asiento o posta rosada cortada en láminas muy finas. Además de sal, pimienta y un cuarto de taza de aceite.

En caso de que las láminas de carne no estén lo suficientemente delgadas, el chef recomienda golpearlas con un mazo de carne, uslero o incluso con el lateral de la hoja de un cuchillo grande hasta que la fibra de la carne esté rota.

La idea es que los churrascos sean fáciles de desgarrar con los dientes al morder el sánguche. Luego de comprobar que la carne esté ok, cocinar por ambos lados y repetir la acción con el resto de la carne y salpimentar.

Según Mellado, después de Alemania somos el país que más pan consume por persona al año en el planeta. Unos 82 kilos por chileno. Pero no solo se trata de cantidad, advierte el conocido chef, “tenemos una gran diversidad de panes”.

Para el Barros Lucho, Mellado recomienda el pan de molde. Y utilizar queso chanco (o mantecoso) para realzar el sabor, además de remojar en los jugos de la carne la cara interna del pan, luego de tostarlo.

El queso se puede derretir en una plancha o sobre la carne, durante los descuentos antes de pasar al pan. ¿Cuánto queso está bien? Si el chorreo es inminente, está ok.

¿Siguió todos los pasos? Ahora a disfrutar.

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